La sostenibilidad como palanca en la experiencia de empleado

Nos encontramos en un momento crucial en el que cada decisión que tomemos marcará el futuro de nuestro planeta. En este escenario, la sociedad en su conjunto tiene una gran responsabilidad a la hora de desarrollar estilos de vida que cuiden del medioambiente.

La publicación del informe Brundtland en 1987 marcó un antes y un después en nuestra percepción colectiva sobre la sostenibilidad. Este documento, titulado Nuestro Futuro Común, amplió el horizonte de lo que entendíamos por sostenibilidad, destacando su importancia no solo para la protección ambiental sino también como un pilar esencial para el desarrollo económico y social. Desde entonces, hemos visto un despertar global en la construcción de un mundo más verde y justo, en el que las empresas son uno de los players clave.  

Actualmente, la sostenibilidad no solo contribuye a la salud de nuestro planeta, sino que también favorece un ambiente de trabajo que ayuda a enriquecer la experiencia del empleado. Esto incrementa el compromiso, e incide en cuestiones como la atracción y la retención del talento. 

Este artículo, no pretende simplemente explorar la sostenibilidad como un concepto abstracto, sino sumergirnos en el impacto que esta puede tener cuando se integra en nuestra vida diaria a través del prisma de nuestras empresas y lugares de trabajo. También, exploraremos el papel protagonista de las compañías a la hora de hacer de este mundo un lugar mejor, destacando alguna de las iniciativas más significativas que han liderado.

Pilares de la sostenibilidad corporativa

Las empresas pueden contribuir a la sostenibilidad mediante diversas iniciativas internas, en el ámbito económico, social y ambiental.

Innovación y tecnología sostenible

Una de las principales áreas de enfoque es la innovación sostenible, que consiste en mejorar los productos, procesos y equipos para que sean más eficientes y duraderos para el futuro.

Esta innovación promueve tres puntos básicos de la sostenibilidad empresarial: alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono y el residuo cero, mejorar la circularidad y la reutilización de los productos y, por último, impulsar la eficiencia energética.

Tres ejemplos de estas empresas comprometidas con la tecnología sostenible son Tesla, IKEA y Amazon

Tesla ha comunicado que se centra en la producción de automóviles eléctricos con baterías eficientes y duraderas, lo que reduce emisiones y generación de residuos. Por otro lado, IKEA se presenta a sus clientes como una empresa que fomenta la circularidad y la reutilización mediante iniciativas como la recompra de muebles usados, dando una segunda vida útil a sus productos. Por su parte, Amazon ha establecido un Compromiso Climático que se traduce en alcanzar la neutralidad climática para 2040, invirtiendo en tecnologías sostenibles y evolucionando hacia una flota de vehículos eléctricos, reconociendo así la relevancia estratégica de prácticas sostenibles en su modelo de negocio.

Edificios sostenibles: la arquitectura verde

Por otro lado, las empresas también están pensando en el futuro a nivel de infraestructuras físicas. La arquitectura verde combina dos cualidades: edificaciones que sean energéticamente eficientes y el aprovechamiento de recursos naturales sin producir gastos innecesarios. De hecho, la construcción de oficinas y edificios sostenibles no implica un mayor gasto para la organización, es más, son mejores edificaciones con costes de construcción y mantenimiento más bajos.

En este sentido es interesante mencionar que el 51 % de la superficie de las oficinas de NTT DATA EMEAL cuenta con certificación en edificios sostenibles y que su sede en Barcelona ha obtenido la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), siendo reconocida como la oficina más sostenible de Europa.

Otro ejemplo de esta práctica es Banco Santander que cuenta con las certificaciones LEED y BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method), que son dos de los sistemas de certificación más reconocidos a nivel mundial para evaluar la sostenibilidad de edificios.

Teletrabajo y sostenibilidad

Otro punto muy destacable es el de teletrabajo o trabajo híbrido. Como ya se ha demostrado, esto no solo tiene un impacto positivo en una mejor concentración, organización y bienestar familiar y personal, sino que también presenta beneficios medioambientales. Entre estos, se destaca la reducción de emisión de gases de efecto invernadero debido a la disminución de desplazamientos y de un menor uso de los espacios de oficina.

Por otro lado, el teletrabajo también facilita la integración de trabajadores que residen en zonas más “aisladas”, abriéndoles mayores oportunidades de empleo que de otro modo estarían fuera de su alcance. 

Muchas son las empresas que están implementando este modelo de trabajo, como se detalla en el siguiente artículo, y una de ellas, es Zoom, la empresa estadounidense que ha optado por combinar el trabajo remoto de mínimo dos días con la presencia física en la oficina, ofreciendo a los empleados una flexibilidad que se ajusta a sus necesidades. 

Estos ejemplos representan solo algunas de las numerosas iniciativas que las empresas están adoptando en su camino hacia la sostenibilidad. Cada acción marca una diferencia no solo a nivel ambiental, sino también en la cultura corporativa, mejorando el bienestar social y contribuyendo a una economía más sostenible y resiliente.

El compromiso empresarial con el mundo exterior

Hasta ahora, hemos explorado una variedad de prácticas internas que las empresas están implementando para fomentar la sostenibilidad dentro de sus operaciones y cultura corporativa. A continuación, nos adentraremos en cómo las empresas, independientemente de su tamaño, van más allá de su propia huella corporativa, a través del liderazgo en proyectos externos.  

En primer lugar, veremos algunos ejemplos de empresas globales como Microsoft, Adidas y Starbucks.

Microsoft, a través de su iniciativa All for Earth, ha apoyado más de 500 proyectos sostenibles en más de 80 países, proporcionando el uso de su tecnología. Algunos ejemplos incluyen el desarrollo de aplicaciones que analizan conjuntos de datos para predecir brotes de enfermedades en cultivos, sistemas de inteligencia artificial que monitorizan la salud de los bosques, y herramientas que facilitan la recopilación de datos sobre la biodiversidad marina. 

Por otro lado, Adidas, colabora con organizaciones como Parley for the Oceans, la cual se enfoca en responder a los problemas que se enfrentan los océanos, como la contaminación por plásticos. Como parte de esta alianza, han creado zapatillas utilizando plástico reciclado de los océanos. Además, esta colaboración también ha impulsado programas de educación para la protección de los océanos, incluyendo limpiezas de playas y campañas de concienciación sobre el impacto del plástico en los ecosistemas marinos.

Por último, la empresa Starbucks, en colaboración con Conservation International, una organización sin fines de lucro dedicada a la protección de la naturaleza y la biodiversidad global, ha impactado positivamente en la industria del café a través de la iniciativa Coffee and Farmer Equity (C.A.F.E) Practices. Este esfuerzo conjunto, ha beneficiado a más de 400.000 agricultores en más de 30 países, contribuyendo a la mejora de las prácticas agrícolas sostenibles, las condiciones de vida de las comunidades cafeteras, y la protección de los recursos naturales en las regiones productoras de café. 

En segundo lugar, exploraremos algunos ejemplos de start ups en crecimiento como Ecosia, Who Gives a Crap y GiveMeTap.

Ecosia es un motor de búsqueda, que dona la totalidad de sus beneficios a organizaciones sin ánimo de lucro, centradas únicamente en la replantación de árboles. A día de hoy, Ecosia ha conseguido plantar millones de árboles en más de 20 países, ayudando a restaurar ecosistemas degradados, mejorando la biodiversidad, y ofreciendo a las comunidades locales nuevos empleos en actividades de plantación y mantenimiento de árboles.

Por otro lado, Who Gives a Crap, es una empresa que fabrica y vende papel higiénico reciclado, y nació con la misión de mejorar el acceso al saneamiento en países en desarrollo. De esta manera, dona el 50% de sus ganancias a diferentes colaboraciones que construyen instalaciones de saneamiento, promueven la higiene y mejoran las condiciones de comunidades vulnerables.

Por último, GiveMeTap vende botellas de agua reutilizables y, por cada botella vendida, proporciona acceso a agua potable a una persona en África durante 5 años. Hasta la fecha, ha conseguido suministrar agua potable a más de 116.000 personas en el continente. Además, la empresa colabora con proyectos para instalar bombas de agua en comunidades sin acceso a agua segura, logrando hasta el momento la instalación de 126 bombas en tres países diferentes. 

Como hemos visto, todas las empresas tienen la capacidad de contribuir a un mundo mejor, cada una aportando sus capacidades, independientemente del tamaño que tengan. 

En definitiva, la sostenibilidad en las empresas no solo aborda desafíos globales, sino que también mejora la experiencia del empleado al crear un entorno de trabajo más ético y comprometido. Adoptar prácticas sostenibles fortalece la identidad de la empresa, atrae a empleados alineados con esos valores y mejora la satisfacción laboral, la retención de talento y la productividad. Por tanto, la sostenibilidad es una responsabilidad ambiental, y, además, una oportunidad para transformar positivamente la experiencia laboral y fortalecer la conexión entre empleados y la empresa.

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